DOS SANTIAGOS Y LOS DOS VIAJEROS INCANSABLES (2ªPARTE)

   Hoy como lo prometido es deuda, os voy a relatar la historia del otro Santiago.
Como vais a poder apreciar hay muchos paralelismos en la vida de estos
dos personajes.
 El Maestro Santiago siempre fue una persona llena de inquietudes y perpetuas preguntas que necesitaban urgente respuesta, al no encontrarlas en su entorno, ni en los libros. Cuando terminó sus estudios, tomó una decisión que con el tiempo sería la más importante de su vida ir en busca de la verdad (o al menos su verdad), la fe y sobre todo la busca de la energía vital tan necesaria  para mantener un equilíbrio y alcanzar la armonía que se precisa  para vivir y convivir los seres humanos en el respeto hacia los demás y hacia la propia persona.
  el apóstol Santiago fue un viajero incansable predicando su fe y repartiendo la  energía vital que Jesús su Maestro le enseñó y le pidió que  repartiese por el Mundo.
 El Maestro Santiago, ha viajado hasta el nacimiento de los grandes ríos del Mundo allí donde la energía vital se palpa, se siente con tal magnitud, que es en esos lugares donde uno se da cuenta que está obligado a seguir buscando ésa energía, dejando a su vez una prenda en todos esos lugares como una prueba simbólica de respeto y agradamiento por brindarnos eso tan necesario para el ser humano como es la Energía Vital en esencia pura.
 El Maestro usa ésa energía repartiendo sabiduría y ayuda a todos los que recurrimos a Él através del consultorio, sus consultoras entre las cuales me incluyo solo tenemos un cometido ayudar e intentar resolver los problemas que los consultores/as nos plantean. Y es gracias en mayor medida esa ayuda que nos proporciona la energía que nos pasa el Maestro, y que nosotras canalizamos en beneficio del todos los que nos consultan.(El apóstol evangelizaba y dejaba a su paso otros que repartían la enseñanza recibida).(otro paralelismo).
 El Camino de Santiago ó Vía Láctea
  La Vía Láctea es la galaxia espiral en la que se encuentra el Sistema Solar y, por ende, la Tierra.
 Y el Maestro Santiago está a punto de cerrar ése círculo vital y físico cargando energía y dejando prendas en pago .
El próximo viaje del Maestro es al Polo Norte,y el broche de oro será el viaje al espacio.(Dentro de la Vía Láctea).

La leyenda del Camino de Santiago

Aunque ya el griego Demócrito propuso que la Vía Láctea sería un conjunto de innumerables estrellas tan cercanas entre sí que resultan indistinguibles y que sólo Galileo fue capaz de distinguir en 1610 con su telescopio, existen tantas leyendas como pueblos en la Tierra para explicar la Vía Láctea: el espinazo de la noche, para los bosquimanos del Kalahari; río por el que vagan las almas de los muertos para los chinos; el Nilo que continuaba hasta el cielo regando también la morada de los dioses o río también que subía hasta el cielo las aguas para formar la lluvia según los incas; serpientes, soldadura de los dos hemisferios celestes, camino que unía la tierra con el firmamento para otros...

Pero las leyendas más notables en nuestra cultura son dos. Una identifica la Vía Láctea con el reguero de leche de la diosa Hera desparramada por el cielo cuando se negó a amamantar a Hércules niño. La otra tiene que ver con el Camino de Santiago. De acuerdo con la tradición, un reguero de estrellas ayudó a localizar la tumba de Santiago, pero fue en el siglo XII cuando quedó fijada la asociación entre la Vía Láctea y el Camino de Santiago en el Códice Calixtino, según el cual el Apóstol se apareció a Carlomagno señalándole la Vía Láctea como guía para llegar hasta Compostela. La realidad nos dice que, dependiendo del día y de la hora, la Vía Láctea puede apuntar en cualquier dirección. 

  En las noches de verano, tras el anochecer, podemos ver entre las estrellas del cielo nocturno una extensa y espectacular franja blanquecina de apariencia nubosa que cruza el cielo de noreste a suroeste: es la Vía Láctea. Desgraciadamente, esta bella e increíble visión ya no es posible desde los lugares habitados por el hombre. La contaminación lumínica derivada del mal uso del sistema de iluminación eléctrica solamente nos permite observar las estrellas más brillantes del cielo. Si está situado en un lugar oscuro, en el campo, el mar o la montaña, no se lo pierda. La contemplación de la Vía Láctea a simple vista es sobrecogedora. Unos prismáticos nos mostrarán rincones de singular belleza tanto por la abundancia de estrellas como por la falta de ellas.

 El Maestro irá en breve al Polo.N. y contemplará las Auroras Boreales y cuando viaje al espacio estará dentro del corazón del la Vía Láctea. Y aunque la tierra también lo está como ya he dicho antes no podemos disfrutar de su paisaje, pero Él si podrá y casi me atrevo a decir que si pudiese sacar la mano de la nave la sentiría.

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La consultora Julia